Breve proclama



Narrar una existencia minima, como la mia, exige volver el tiempo atras. Incluso mucho mas atras de aquellos sucesos extrañables de la niñez. Estamos hechos de los despojos de vidas ajenas: de la gran Historia.
Enajenados por el dolor de un mundo que sangra profusamente por un herida que jamas cerrara, estamos. Teniendo en cuenta esta situacion, le exigimos al mundo la inmediata devolucion de aquello que nos corresponde: nuestra existencia, nuestro espacio.
¿Que quiero decir con todo esto? ¿Perder la memoria historica, quizas? De ningun modo. Justamente, esto es lo que esta ocurriendo actualmente. Recuperar aquello que nos corresponde significa de una vez por todas tener acceso a un libre albedrio genuino. Morir como y cuando queramos, consumir las sustancias que deseemos, acostarnos con quien y con cuantos tengamos ganas, hablar, opinar y actuar como realmente creemos que es conveniente. ¡Estamos hablando de un verdadero aquelarre, señores!
No obstante, como ha repetido incansablemente el señor poeta Joaquin Sabina citando al bueno de Fernando Savater: -"Soy un anarquista que respeta los semaforos."
Deseamos, entonces, cometer todos aquellos pecados que justifiquen una existencia como la que queremos tener. Caos organizado: a eso llamo yo una sana civilizacion.

Declaracion de principios en el crepusculo de las visperas



Cierto es, que no todo aquello que brilla es oro. Nos presentan al mundo como algo encantador (Que o quienes quedara para otra discusion): realmente lo es. Aunque, en condiciones diferentes a las que actualmente se nos presentan. Nietzsche y su proclama por la superacion del hombre hacia un tipo de existencia superior en la cual cada individuo es Dios de si mismo, cobran en estos tiempos aciagos, una actualidad sin precendentes.
Visperas del Aquelarre no es otras cosa que un intento desesperado por recuperar-me ese espacio perdido en la voragine de un mundo en el cual el tiempo es un instante que arrasa con nuestra identidad, con el ultimo bastion del ser humano: su individualidad. El gran desafio de la actualidad es el recupero de esa subjetividad.

Visperas del Aquelarre, es la celebracion de una ceremonia politeista en la que cada hombre-dios es la voluntad de su propia fuerza. Esa antigua idea borgeana de libros que hablan de otros libros o siendo mas explicitos, de escritores que escriben para escritores debe ser echada por tierra. Es hora de acabar con la tirania de la erudiccion. ¡Somos sabios ignorantes! Si nos niegan el conocimiento, lo rechazamos y creamos uno nuevo: sano y energico como un niño recien nacido. Sera necesario unicamente algo de tolerancia, de compasion para comprender que hay otras realidades, otros mundos, diferentes verdades para una misma cosa.
Por ultimo, estos tiempos, sus modas y modismos nos han enseñado que pensar, conocer, ideologizar, es algo tremendamente aburrido. Y, verdaderamente que en muchos casos asi parece ser, por las razones antes expuestas y por otros muchos motivos mas. Intentare que asi no sea, pero si es lo contrario, les repito: ¡Inventen ustedes verdades nuevas y chillonas!